El eje nodal lunar, muchas veces inadvertido, tiene una importancia clave en tanto que señala astronómicamente el contacto por intersección del plano de la órbita lunar con el plano orbital terrestre. La órbita de la Luna está inclinada 5º respecto a la Eclíptica, a la que corta en dos puntos llamados Nodos ascendente y descendente, o nodo norte y nodo sur.
El eje nodal diríamos que resulta fundamental para entender el simbolismo lunar, ya que es a través de el que la Luna toma contacto con la Eclíptica, y sabemos que toda la Astrología es “Eclíptica”, pues su simbolismo esta asociado íntimamente con el plano eclíptico, cuya proyección sobre el telón de fondo estelar nos relaciona con la banda zodiacal, donde se encuentran las doce constelaciones que son el sustentote todo el simbólico edificio astrológico.
No es por ello casualidad que todos los planetas exceptuando a Plutón se sitúen normalmente sobre el plano eclíptico o a pocos grados norte o sur de él. Se considera el cinturón zodiacal como la banda donde el plano eclíptico se proyecta en el telón de fondo estelar, al existente al norte o sur del plano eclíptico con una máxima declinación comprendida entre los 8ºN y 8ºS de la Eclíptica, considerando siempre la posición por longitud eclíptica de cualquier astro que no se encuentre en declinación 0º, es decir exactamente en el plano eclíptico, como la proyección de su posición sobre la Eclíptica, incluso, como corrobora la experiencia, en el caso de Plutón, que llega a separarse 17º de la Eclíptica, de tal forma que negar importancia de los nodos en Astrología equivaldría a plantearse, en cierta forma, la lógica de la aceptación de la posición de Plutón como la proyección de su posición sobre la Eclíptica , hecho que por otra parte aceptamos por la praxis demostrativa de su efectividad astrológica.
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