Vamos a tocar un tema que siempre erróneamente se ve relacionado con la Astrología. Nos referimos al hecho profético. Este vocablo de connotaciones bíblicas, aparentemente trasnochado, invade cada cierto tiempo la prensa, como si inconscientemente existiese una necesidad primordial, diríamos hasta arquetípica, de que la Humanidad recuerde su caracter finito, perecedero.....
La principal diferencIa que hallamos entre Astrología y Profecía es algo que debe quedarnos meridianamene claro de una vez por todas.
La Astrología utiliza como base para establecer sus predicciones, el movimiento de los astros que nos rodean, y sus relaciones angulares en visión geocéntrica (en Astrología heliocéntrica se usan coordenadas heliocéntricas) en un momento temporal concreto, estableciendo una concomitancia o analogía, mediante diferentes técnicas tradicionales, corroboradas por el filtro del paso del tiempo, que destilan un conocimiento arcano y a la vez oculto y esoterico (para el que no conoce su rica terminologia) que relaciona "CIelo" y "Tierra", el "Estado Celeste" con su contraparte "Terrestre". Eso le posibilita ser la disciplina que más se puede ajustar a la realidad predictiva constatable, ya que sus parámetros de cumplimiento visIbles o no son reales, astrofísicos y concretos basados en las posiciones planetarias de los relojes cósmicos, como medida de tiempo, entendidos como analógicos o directamente reales del "Estado Terrestre" y que señalan con precisión matemática la realidad cíclica y sus tiempos. Los tiempos en cuanto a la precision de cumplimiento de los ciclos y sus respectivas fases, no así de su interpretacion que incluye para cada evento una realidad física, concreta, única e irrepetible, sin entrar en la polémica de si se trata de una influencia directa, hipótesis que sintiéndolo mucho no compartimos, dadas las lagunas que escapan a toda lógica que invaden multitud de ocasiones el analisis riguroso de un mapa astral, y digo bien "mapa " pues para nosotros representa la hoja de ruta de una persona, evento o incluso, y ahí está el "quid de la cuestion" de un club o un objeto sin animación, una pura creación fisica o incluso mental del genero humano...
Por contra el hecho profético es una experiencia totalmente individual, que puede incluir o no el vector astrológico, y que en muchas ocasiones se produce de forma directa, "revelada", sin mediar ninguna técnica, como pueda ser la Astrología, por medio.
Pensamos que algunas profecías, las que realmente merecen ese nombre, son muy escasas....
En referencia a la supuesta profecía Maya, sinceramente creemos que es toda una invención basada en que el Calendario Astronómico Maya finalíza el 21 de Diciembre de 2012, lo que no significa que vaya a suceder nada ese día. Simplemente ahí finaliza una cuenta larga, equivalente a nuestro Año Platónico o ciclo completo de la Precesión de Equinoccios (25776 años) tras el que comenzará otra cuenta larga. Los Mayas, como también Nostradamus lo hizo tenían que parar en alguna fecha ya que el Ciclo Astronómico se repite ad infinitum y evidentemente llegaron hasta donde el tiempo permitió a cada uno, sólo eso……….. De hecho para nosotros como astrólogos resulta sencillo corroborar vía efemérides que no existen configuraciones de peso ese día final del calendario Maya (21 Diciembre 2012), y sin duda si fuera a suceder el final de todo, estamos seguros que tendríamos una figura especial que no hay.
En cuanto a Nostradamus su vida, como la de todos, fue finita y llegó a estudiar hasta donde le dio tiempo a llegar…El tampoco habla de ningún final en sus Centurias.
Desgraciadamente es más fácil exagerar para vender libros y 2012 es un buen reclamo para el negocio.
El profeta Malaquías y sus muy famosas profecías basadas en las divisas que acompañan su lista de 112 Papas, tienen un sentido diferente que a mi entender se refiere casi exclusivamente al ámbito religioso cristiano y su devenir futuro como religión. En ellas si se sugiere un final pero, en nuestra0 modesta opinión, pensamos que se refiere exclusivamente al cristianismo, que ya ha cumplido su ciclo durante la Era de Piscis y debería por lógica, y a medida que nos adentremos en Acuario, ir dejando paso a algo nuevo o al menos a otras formas diferentes de vivir la espiritualidad..
Finalmente Juan de Jerusalén`representa para nosotros el ejemplo más claro y rotundo de Profeta con mayúsculas. El nos describe un periodo oscuro para el género humano, que no dudamos en entender de su lectura se refiere clarísimamente al tiempo actual, un periodo doloroso, tras el cual la humanidad saldrá regenerada. Para nada habla de ningún fin del mundo, pero sí de un antes y un después en esta precisa época. Leyendo sus profecías no hay lugar a duda, sus excepcionales descripciones, en nuestra opinión, nos conducen directamente al tiempo presente y no a otro en ningún caso, como dejamos patente públicamente en sendas entrevistas recientes concedidas para la Agencia EFE, en las que tratamos este asunto y que a a continuación transcribimos...
Figura extraida del Libro Perdido de Nostradamus
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